Tepito, un nicho onírico.
Introducción.
Uno de los acercamientos más importantes de mi formación ha sido a través de las vivencias con Alejandro Caballero, un artista formado en la antigua esmeralda. Oriundo del Barrio de Tepito, Alex, nos introduce a través de su pintura a temáticas de corte onírico, en donde refleja vivencias que sintetizan el folklor tepiteño. Uno de los primeros acercamientos que tuve con él fue en la Escuela de Arte al Aire Libre de Tepito, en ese lugar tuve oportunidad de ver procesos creativos como la manipulación del espacio público para convertirlo en una escuela, la utilización de soportes como lámina, madera vieja, paredes de adobe, hasta la enseñanza de técnicas pictóricas como imprimatura a la media creta, escultura, toda una enseñanza impartida de forma gratuita. En un sentido estricto, bajo la figura del maestro- alumno, puedo decir que conozco la vida de mi maestro, hoy en día “universal” debido a su gran conocimiento y trayectoria.
Como objetivo principal me planteo el análisis de su obra, así como la resonancia de ella en mí, sin embargo, no pretendo generar una figura idílica e inalcanzable, me planteo reflexionar y de alguna manera poética, emanciparme de todo rigor que me someta a la figura romántica del arte. A través de la obra de Caballero, puedo generar un diálogo que me hace profundizar a cerca de la tradición, del plantearme una búsqueda que combine elementos académicos y nuevos medios.
La fuerza de la creación en las calles.
Una de las obras más importantes y relevantes para la carrera de este artista mestizo (con mestizo me refiero a la cantidad de maestros que ha tenido y a la formación con la que cuenta, variedad de técnicas, medios e ingenio), es la creación de Elitep La Escuela de Arte al Aire Libre de Tepito, la cual tiene su origen derivado de la muerte del muralista Daniel Manrique, creador del movimiento Tepito Arte Acá. Desde un punto de vista general, considero a Elitep una de las obras más potentes de Alex, a pesar de que él mismo no sea consciente de que es completamente arte relacional; al incluir a toda aquella persona interesada en el arte, para curiosos e inclusive personas en situación de calle. La Labor de Alex es regresarle al Barrio un poco de lo mucho que le ha dado, pues a lo largo de su trayectoria y su evolución como artista ha tratado temáticas que encuentran su origen en el entorno.
Elitep funciona de un núcleo que va más allá de las intenciones más someras de ser artista. A través de esta vivencia he crecido, conocido muchos circuitos que se conectan con la academia, con el conocimiento, con experiencias que enriquecen aspectos de vida intangibles. Esta obra está considerada en proceso, un proceso que lleva más de 9 años, y que va más allá de la transmisión de conocimiento, Simplemente es algo colaborativo, en donde se generan nuevas hechuras en el arte, la sociedad y la cultura.
Hoy por hoy, Elitep hace que yo vea a Tepito como mi campo de juegos, la obra de Caballero se activa cada martes, hay ocasiones en las que se hacen murales, se platica de la existencia del ser o simplemente la pieza ejerce su autonomía al reclamar por un instante el espacio convertido en escuela, en punto de encuentro para la comunidad.
Activación de la pieza
Inmerso en el Hiperonirísmo.
Como parte del cuerpo de obra exhibida en una retrospectiva mostrada en el Salón de la Plástica Mexicana en 2015, las obras llamadas “ludozapatos” cuentan con un alto grado de técnica, composición, así como con un dominio del color. En esta serie compuesta por alrededor de 20 obras de formato 20x10cm, se aborda como tema central de la serie el oficio del zapatero, Alejandro hace alusión a un oficio en peligro de extinción, así como una apropiación de la tradición que es icónica de la actividad realizada en el barrio de Tepito. Una gran cualidad dentro de los elementos de composición es la representación de la familia, sin embargo, existe una idealización de los personajes, el hecho de generar planos a través de la yuxtaposición de elementos de la cultura popular mexicana y escenarios fantásticos, me revela una necesidad de creer en lo mágico, de generar un universo alterno en donde existe un caos ordenado, muy propio de la llamada síntesis del mexicano.
Dentro de las dificultades que envuelven la creación pictórica, Alejandro se enfrenta al tiempo como verdugo de su propia realidad. Su exploración significa una carrera llena de disciplina, sus temáticas son tratadas con una inocencia que endulza situaciones como el hacinamiento, la violencia, el deterioro y el olvido. Su pintura me resulta un elemento catártico, una construcción de una realidad que nunca pudo ser, de un presente que intenta generar a través de su impecable ejecución y que a través de la representación de objetos, encara una estética objetual sesentera, influenciado por Max Ernst, Chávez Morado y quizás un poco del chavo del 8, la serie de los ludozapatos es el reflejo contemporáneo de escenas que habitan en el inconsciente colectivo de una sociedad que castiga a Tepito por su fama de barrio bravo, sin embargo el profundo simbolismo que compone cada elemento nos narra una historiacapaz de llevarnos a un mundo que va más allá de lo onírico; no sé si este sea el tipo de pintura que refleje a una época, a decir verdad, no sé si la pintura siga teniendo esa capacidad, sin embargo, lo que me interesa de la obra del premio de arte joven, va más allá de cuadros bien pintados, de resoluciones geniales, lo verdaderamente mágico es el proceso de creación, la capacidad de improvisación que permite el dominio de los materiales,hace que una madera encontrada en medio de una de las calles más transitadas en la CDMX sea el soporte perfecto para transmitir todas estas historias. Lo que me queda claro esque, aunque él no sepa que la carga de esa madera es igual de potente que la representación de su pintura en el mismo soporte,él crea por una convicción que aspira atangibilizarlo imposible.
Crónicas de un artista con lotería.
Una de las series más enigmáticas de Caballero son las cajas cinéticas; compuestas por múltiples objetos, pintura, escultura y mecanismos que permiten la movilidad de.elementos en su composición. Al ser creadas por múltiples objetos, puedo decir que
el proceso de recolección es una obra en sí misma, sin embargo, la tradición del quehacer artístico como vector en la creación actúa como un elemento que limita el diálogo de los objetos a la hegemonía compositiva del artista. Sin embargo, el
proceso de recolección, los lugares que recorre, son lugares cargados con una poética intrínseca. La falta de interés en incluir a la tecnología como una herramienta que potencia la obra y sus procesos, son un factor que limita la experiencia del
espectador a la semántica propuesta por una escena que evoca a la lotería mexicana, independientemente de la impecable ejecución indexal, de la maestría cromática y de la poética icónica de la que se componen estas piezas, creo
necesario que este tipo de obra sea revalorizada a través de la historia de la recolección de sus elementos, que se someta a un análisis espacial en torno a las derivas que se generaron para llegar al objeto, que se hable como un hecho que
potencialmente funcione como puente entre un mundo conceptual y académico. El hubiera me permite generar esta idea que es casi idílica en su totalidad; sin embargo, a través de este diálogo, intento revelar que la obra presentada contiene
más datos, más historias, más esfuerzo que el sólo hecho de dominar técnicas. Hoy por hoy las cajas cinéticas son un reflejo de la mexicaneidad, la lotería nos muestra una memoria de las tradiciones, mismas que se construyen a la par de la búsqueda
de sentido, de coherencia entre el objeto y la vida.
Para concluir, la obra de Alex lleva consigo el deseo y las aspiraciones de un artista que labra su camino a la consolidación. En alguna ocasión me hizo un profundo sentido la descripción que dio Griorgio Vasari de Rafael de Sanzio “fue dotado por
la naturaleza de toda aquella modestia y bondad que algunas veces se observa en quienes han añadido a cierta humanidad de su temperamento gentil el adorno bellísimo de una agraciada afabilidad, que siempre sabe mostrarse dulce y agradable con toda clase de personas y en todas las circunstancias. La naturaleza hizo don de ese hombre al mundo…” En seguida lo asocié con Alejandro, quien a pesar de reconocer que el entorno está plagado de conceptuales, él no deja de poner el dedo en el renglón. Mi camino como artista en formación, me indica que aprender de técnica, composición, materiales, etc. son herramientas que me facilitarán en un futuro combinar distintas disciplinas; quizás a mis ojos la obra de mi maestro como se es conocida no contenga elementos dentro del mainstream, sin embargo, yo reconozco que, en la intimidad de sus procesos de creación, es totalmente contemporáneo…
Jamil Chabbán Moya.
Alumno de la ELITEP y la escuela Esmeralda
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